El presidente del panel conjunto de NU sobre residuos de plaguicidas en alimentos es co director de un instituto de investigación que recibió una donación de Monsanto, industria que usa glifosato.
Glifosato es un ingrediente central del matamalezas Roundup hecho por Monsanto.
Glifosato es un ingrediente central del matamalezas Roundup hecho por Monsanto.
Artículo publicado en diario The Guardian.
Martes 17 Mayo 2016
foto de: Studioshots/Alamy Arthur Neslen
Un panel de Naciones Unidas que el Martes dijo que glifosato era probablemente no cancerígeno para seres humanos ahora ha quedado involucrado en una amarga disputa sobre potenciales conflictos de interés. Se supo que un instituto co dirigido por el presidente del panel conjunto de Naciones Unidas sobre residuos de plaguicidas en alimentos (JMPR) recibió una donación de una cifra de seis dígitos de Monsanto, que usa la sustancia como ingrediente central de su herbicida más vendido, el Roundup. El académico Alan Boobis que encabezó la reunión de la instancia conjunta sobre glifosato también trabaja como vicepresidente de ILSI, el Instituto Internacional Ciencia de la Vida de Europa. El vicepresidente de las sesiones fue el académico Angelo Moretto, miembro del directorio del instituto que presta Servicios Ambientales y de Salud de ILSI, y también de su grupo directivo Risk21, del cual Boobis es también vicepresidente.
En 2012, el grupo ILSI recibió una donación de $500.000 dólares (344.234 libras esterlinas) de Monsanto y otra donación de 528.500 dólres de Crop Life International, asociación gremial que representa a Monsanto, Dow, Syngenta y otros según los documentos obtenidos por la campaña Derecho a Saber en Estados Unidos. Alan Boobis dijo: “Mi rol en ILSI (y dos de sus ramas) es ser miembro del sector del público y presidente de su directorio de proyectos, puestos que no son remunerados. Los directorios de proyectos son responsables de supervisar las organizaciones y sus programas científicos! Pero las noticias generaron furiosa condena desde la bancada verde y las ONGs, intensificada por la liberación del reporte dos días antes de que en la Unión Europea se vote la reautorización de la licencia para el uso de glifosato, lo que tiene un valor de billones de dólares para la industria.
Vito Buonsante, abogado del grupo Client Earth dijo: “Hay un claro conflicto de interés aquí si la revisión de la seguridad del glifosato la desarrollan científicos que obtienen directamente dinero de la industria. Este estudio no puede de ningún modo ser considerado confiable cuando se decida la aprobación o no del glifosato. El parlamentario verde Bart Staes dijo: “La fecha en que se publica este reporte por el panel de residuos de FAO/OMS podría describirse como cínica, si no fuera porque es un intento política y abiertamente dirigido a ser un golpe de puño para influir en la decisión que tiene que tomar la Unión Europea esta semana sobre la aprobación de glifosato”. La OMS dijo que en su opinión, la fecha de publicación del informe fue una coincidencia y se decidió varios meses atrás.
El debate sobre glifosato, el herbicida más ampliamente usado en la historia de la humanidad se ha convertido en un hito en Bruselas, a casa de su uso extendido en los cultivos transgénicos que son resistentes al glifosato. Su uso ha estado ligado a informes que lo asocian con daño a la salud humana, la flora, a los insectos y los animales.
El debate sobre la buena fuente científica de ILSI también tiene una historia que data de tiempo atrás. En 2012, el parlamento europeo suspendió el funcionamiento de la autoridad sanitaria europea EFSA por seis meses por una cadena de denuncias de conflictos de interés que involucraba a miembros de ILSI que formaban parte de EFSA y de sus comités. La disputa concluyó con la renuncia del presidenta del comité de gestión de EFSA y la salida de Moretto como miembro del panel de plaguicidas de EFSA por no haber declarado sus vínculos con la industria y con ILSI. Boobis tenía un puesto como asesor en EFSA que no fue renovado en 2012. En ese momento ILSI se describió a sí misma como “un socio clave para la industria europea” pero ahora dice que es una organización sin fines de lucro guiada por preocupaciones ambientales y científicas y que no hace lobby ni tampoco recomendaciones de políticas públicas. Esta descripción del grupo la hizo el Dr. Philippe Verger, funcinario de la OMS y secrretario del panel de Naciones Unidas sobre glifosato. El dijo que ILSI podía ser denominado “un lugar de encuentro” para discusiones científicas. Verger declaró a The Guardian: “ILSI no es un ente independiente. Eso es muy claro. Las compañías privadas apoyan su estructura. Pero el objetivo de ILSI y de las empresas es crear un espacio de discusión e interacción entre los sectores público y privado. El foco de ILSI no es discutir temas de interés económico para la empresa privada. Es más bien un foro.”Respecto de conflicto+ de interés el panel de Naciones Unidas asegura que excluirá a expertos que tienen “formas de relación económica que pueden sabotear su neutralidad”. Greenpeace no se convenció sin embargo. Su directora de políticas públicas para la Unión Europea, Fransziska Achterberger señaló: “ Ni siquiera EFSA – que no es exactamente un niño de pecho cuando hablamos de imparcialidad – permite que haya científicos dependientes de ILSI en sus paneles de expertos.
Cualquier decisión que afecta a millones de personas debería basarse en la ciencia totalmente transparente e independiente, y no atada a los intereses de las corporaciones transnacionales”. Al igual que una evaluación de Efsa que también generó ira en los ambientalistas, la decisión del panel JMPR se tomó sobre la base de informes confidenciales de la industria no disponibles para el público. Un informe aparte emitido el año pasado por la Agencia Internacional del Cáncer IARC – agencia de la OMS para el cáncer – que sólo consideró estudios disponibles al público, concluyó que el glifosato era probablemente cancerígeno para seres humanos. Pero los directivos de OMS mantienen que no hay contradicción entre los dos estudios, destacando que IARC estaba identificando un riesgo potencial, mientras que la JMPR estaba cuantificando el riesgo asociado. Verger dijo: “Cada año evaluamos entre 10-30 sustancias, y puedo asegurarle que un montón de ellas son más peligrosas y potentes que el glifosato. Nos incomoda un poco que haya tanto interés en esta evaluación, (sólo) porque este plaguicida en particular se usa en los cultivos transgénicos.”
En 2012, el grupo ILSI recibió una donación de $500.000 dólares (344.234 libras esterlinas) de Monsanto y otra donación de 528.500 dólres de Crop Life International, asociación gremial que representa a Monsanto, Dow, Syngenta y otros según los documentos obtenidos por la campaña Derecho a Saber en Estados Unidos. Alan Boobis dijo: “Mi rol en ILSI (y dos de sus ramas) es ser miembro del sector del público y presidente de su directorio de proyectos, puestos que no son remunerados. Los directorios de proyectos son responsables de supervisar las organizaciones y sus programas científicos! Pero las noticias generaron furiosa condena desde la bancada verde y las ONGs, intensificada por la liberación del reporte dos días antes de que en la Unión Europea se vote la reautorización de la licencia para el uso de glifosato, lo que tiene un valor de billones de dólares para la industria.
Vito Buonsante, abogado del grupo Client Earth dijo: “Hay un claro conflicto de interés aquí si la revisión de la seguridad del glifosato la desarrollan científicos que obtienen directamente dinero de la industria. Este estudio no puede de ningún modo ser considerado confiable cuando se decida la aprobación o no del glifosato. El parlamentario verde Bart Staes dijo: “La fecha en que se publica este reporte por el panel de residuos de FAO/OMS podría describirse como cínica, si no fuera porque es un intento política y abiertamente dirigido a ser un golpe de puño para influir en la decisión que tiene que tomar la Unión Europea esta semana sobre la aprobación de glifosato”. La OMS dijo que en su opinión, la fecha de publicación del informe fue una coincidencia y se decidió varios meses atrás.
El debate sobre glifosato, el herbicida más ampliamente usado en la historia de la humanidad se ha convertido en un hito en Bruselas, a casa de su uso extendido en los cultivos transgénicos que son resistentes al glifosato. Su uso ha estado ligado a informes que lo asocian con daño a la salud humana, la flora, a los insectos y los animales.
El debate sobre la buena fuente científica de ILSI también tiene una historia que data de tiempo atrás. En 2012, el parlamento europeo suspendió el funcionamiento de la autoridad sanitaria europea EFSA por seis meses por una cadena de denuncias de conflictos de interés que involucraba a miembros de ILSI que formaban parte de EFSA y de sus comités. La disputa concluyó con la renuncia del presidenta del comité de gestión de EFSA y la salida de Moretto como miembro del panel de plaguicidas de EFSA por no haber declarado sus vínculos con la industria y con ILSI. Boobis tenía un puesto como asesor en EFSA que no fue renovado en 2012. En ese momento ILSI se describió a sí misma como “un socio clave para la industria europea” pero ahora dice que es una organización sin fines de lucro guiada por preocupaciones ambientales y científicas y que no hace lobby ni tampoco recomendaciones de políticas públicas. Esta descripción del grupo la hizo el Dr. Philippe Verger, funcinario de la OMS y secrretario del panel de Naciones Unidas sobre glifosato. El dijo que ILSI podía ser denominado “un lugar de encuentro” para discusiones científicas. Verger declaró a The Guardian: “ILSI no es un ente independiente. Eso es muy claro. Las compañías privadas apoyan su estructura. Pero el objetivo de ILSI y de las empresas es crear un espacio de discusión e interacción entre los sectores público y privado. El foco de ILSI no es discutir temas de interés económico para la empresa privada. Es más bien un foro.”Respecto de conflicto+ de interés el panel de Naciones Unidas asegura que excluirá a expertos que tienen “formas de relación económica que pueden sabotear su neutralidad”. Greenpeace no se convenció sin embargo. Su directora de políticas públicas para la Unión Europea, Fransziska Achterberger señaló: “ Ni siquiera EFSA – que no es exactamente un niño de pecho cuando hablamos de imparcialidad – permite que haya científicos dependientes de ILSI en sus paneles de expertos.
Cualquier decisión que afecta a millones de personas debería basarse en la ciencia totalmente transparente e independiente, y no atada a los intereses de las corporaciones transnacionales”. Al igual que una evaluación de Efsa que también generó ira en los ambientalistas, la decisión del panel JMPR se tomó sobre la base de informes confidenciales de la industria no disponibles para el público. Un informe aparte emitido el año pasado por la Agencia Internacional del Cáncer IARC – agencia de la OMS para el cáncer – que sólo consideró estudios disponibles al público, concluyó que el glifosato era probablemente cancerígeno para seres humanos. Pero los directivos de OMS mantienen que no hay contradicción entre los dos estudios, destacando que IARC estaba identificando un riesgo potencial, mientras que la JMPR estaba cuantificando el riesgo asociado. Verger dijo: “Cada año evaluamos entre 10-30 sustancias, y puedo asegurarle que un montón de ellas son más peligrosas y potentes que el glifosato. Nos incomoda un poco que haya tanto interés en esta evaluación, (sólo) porque este plaguicida en particular se usa en los cultivos transgénicos.”
Traducción: Lucía Sepúlveda para RAP-AL y campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile
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